La Asamblea Eclesial una ruta pastoral en el corazón de la Iglesia en el continente

La Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe continúa siendo una ruta pastoral, que atraviesa transversalmente el corazón de la Iglesia del Continente, y sigue movilizando al pueblo de Dios que peregrina en las periferias existenciales y geográficas a Corazonar de corazón a corazón, para dejarnos interpelar por los latidos de Espíritu.

A Sentipensar, para pasar por la mente y el corazón todas las intuiciones que nos interpela la Palabra de Dios; a Itinerar, para lazarnos a caminos insospechados, anunciando y pregonando las Buenas Nuevas; a Escudriñar, para buscar horizontes de novedad; a Laudatosificar, para optar por Laudato Sí como un Estilo de Vida; a Amazonizar, para proteger la vida y las culturas.

A Escuchar el clamor de la tierra y de los pobres; a Danzar al ritmo de la Ruah Divina; a Descolonizar las mentes y corazones; a Acoger a quienes visitan las fronteras de nuestros países; a Hilvanar tejidos de colores para abrazar la diversidad; a Explorar lo inexplorado para enriquecernos de lo desconocido; a Inculturar la fe en la diversidad de culturas; a Navegar por aguas más profundas; a Twittear por la defensa de la vida; a Habitar el territorio con presencia martirial y profética; a Despojarnos de las vestiduras que ocultan nuestros pecados; a Peregrinar con quienes recorren las calles de nuestras ciudades.

A Sembrar esperanza con semillas del Reino; a Ensanchar nuestras vidas con la apertura de la otredad; a Dilatar nuestras pupilas para ver despuntar la Aurora; a Abrazar con ternura y coraje; a Potencializar la Vida de quienes más sufren.

A Afectarnos Sinodalmente por el  deterioro de la democracia, el tejido social y la creciente inestabilidad política; a Movilizar corrientes de solidaridad; a Humanizar las estructuras y procesos pastorales; a  Resignificar nuestros pensamientos; a Promover una Cultura del Buen Trato; a Promover nuevos liderazgos, ministerialidades y servicios; a Desentrañar nuestras opciones vitales; a Recuperar nuestra memoria histórica; a Cultivar nuestra opción de Discípulas/os Misioneras/os en Salida.


Por Deivis Fernando Rueda