“Dos procesos distintos, conectados en su espíritu y metodología”, esta definición los hace muy parecidos en el exterior.
Para entenderlo mejor debemos apuntar a que ambos comparten una misma premisa: “Queremos ser una iglesia sinodal, es decir, donde obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, laicos y laicas, caminan juntos, por ello ambos procesos se han caracterizado por una amplia participación, basada en la escucha y en el discernimiento comunitario”.
Es importante tener en cuenta que la Asamblea Eclesial fue convocada por los obispos de América Latina y el Caribe, a partir de una sugerencia del Papa Francisco, quién vio en la Conferencia de Aparecida importantes desafíos por abordar. Por otro lado, el Sínodo 2021-2024, al que llamamos habitualmente como Sínodo sobre la Sinodalidad, fue convocado por el Papa Francisco y se realiza en todo el mundo.
Esto nos lleva a preguntarnos ¿Por qué tantas consultas? Y esta pregunta es muy pertinente, pues, tuvimos la Asamblea Eclesial en el primer semestre del año 2021, y entre octubre de 2021 y agosto de 2022; podríamos decir que se estaba volviendo a hacer lo mismo, pero en realidad los procesos son diferentes en sus orígenes y objetivos. En resumen, ambos procesos nos han ayudado a crecer; la Asamblea Eclesial ha sido un verdadero laboratorio de sinodalidad y por su parte, el Sínodo de la Sinodalidad también nos muestra que lo importante es el camino de transformación como Iglesia.
Para seguir aclarando dudas sobre estas dos consultas tan necesarias para seguir apostando por una Iglesia mas misionera y sinodal, se ha elaborado un material audiovisual a manera de ABC, donde se explica de manera detallada ambas consultas.
Esta producción es un producto del esfuerzo entre el departamento de cine y comunicación de la Universidad de Monterrey y el Centro para la Comunicación del Celam.
