Monseñor Jorge Eduardo Lozano, secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), habla de lo que ha significado esta Asamblea Eclesial para el Pueblo de Dios que peregrina en América Latina.
El prelado mencionó que esta Asamblea próxima a realizarse en noviembre en México tiene “algo de novedad y algo que hunde sus raíces en el caminar de la Iglesia de América Latina y el Caribe”, por tanto “lo que tiene que ver con la identidad latinoamericana podemos percibirlo en los primeros tiempos de la Iglesia en el continente, en los concilios de Lima en otros eventos sinodales o de asamblea”.
Con respecto a los procesos de Asamblea en América Latina señaló el Secretario del Celam que “en este último tiempo hubo procesos de asamblea en algunas conferencias episcopales como Chile, Venezuela, México, en la Argentina” y más de la mitad de las diócesis están en procesos de sínodos o asambleas siendo este “un espíritu que fue afianzándose desde distintos rincones del continente” agregó.
Desde diversos lugares y vocaciones del continente
Monseñor explicó que “la cantidad de asambleístas será de un poco más de 1.000 que trabajarán en grupos de 10 a 12 personas, de distintas vocaciones y diversos lugares del continente y lo original de esta Asamblea es que se realiza a nivel continental y con vocaciones diversas del pueblo de Dios”.
Para lograr una participación equitativa que permita recoger la mayor cantidad de aportes “los asambleístas serán distintas vocaciones y estarán divididos en: 200 obispos, 200 sacerdotes y diáconos, 200 entre religiosas y religiosos y 400 laicos y laicas, de diversas edades, condiciones, algunos profesionales del ámbito de la sociología y otros con algunas disciplinas que puedan aportar, al igual que hombres y mujeres en situación de periferia o de exclusión”.
Cabe destacar que la participación de la mayoría de los convocados será desde las plataformas digitales y un pequeño grupo de algo más de 50 personas se reunirá en la Ciudad de México, en la sede de la Conferencia Episcopal Mexicana.